¿Por qué invertir
en Uruguay?
Uruguay es un país distinto en comparación al estereotipo que uno se puede formar de una
nación sudamericana.

Con un nacimiento inusual, a partir de una negociación tripartita entre distintas fuerzas interesadas por estas tierras, el país logró conformar una serie de estructuras jurídicas y sociales que lo convirtieron sobre finales del siglo XIX en una nación moderna y muy liberal para su época.

Esto logró sólidas fundaciones institucionales y una estabilidad en lo social, que son la base de las seguridades estructurales que han caracterizado al Uruguay y que resultan relevantes para cualquiera que decida invertir en este país.
Si analizamos los indicadores más utilizados para medir la calidad institucional de una nación, Uruguay se parece más a un país de Europa occidental que de Latinoamérica. Esto determina riesgos estructuralmente bajos, que son requisito para inversiones de largo plazo como las que propone Capital Oriental. Este video de Uruguay XXI, explica muy bien los orígenes, valores y proyección del país hacia el futuro.

En relación con las oportunidades de inversión sostenible, de partida, es un país que tiene los mejores indicadores ESG de la región. Al mismo tiempo, tiene necesidades claras de inversión en áreas como la reconversión de los residuos, el aprovechamiento de su matriz energética 98% renovable y la educación técnica. Con una importante base agropecuaria y de servicios, existen oportunidades claras para transformar Uruguay en un polo de producción sostenible de alimentos, de contenidos audiovisuales en gran escala o de construcción en madera estructural, por ejemplo.

A nivel de clima de negocios, existen normas claras que han trascendido gobiernos de todos los partidos y se mantienen como políticas de estado: la libertad cambiaria, la tributación únicamente sobre actividades de fuente uruguaya y un régimen de incentivos tributarios que combina zonas francas, puerto libre, admisión temporaria y exoneraciones a la inversión.

Si bien comparativamente tiene una economía pequeña en relación con grandes países de la región, Uruguay se posiciona como una plataforma de  negocios en América Latina con ventajas competitivas para competir a escala global.